Alfredo Carazo - Periodista

Notas de opinión sobre actualidad política y social, sobre la Argentina, América latina y la realidad mundial





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Monday, December 22, 2003

 
ALGUNOS SUEÑAN CON
MAS PRECARIZACIÓN

Por ALFREDO JORGE CARAZO

Más allá del impacto mediático, que introduce a la Argentina política en su debate más sensible y sorprendente, las revelaciones sobre el recurrente tema de las coimas a algunos legisladores están mostrando la mejor manera de evitar la polémica acerca de los problemas fundamentales del país. Si se comprobara que efectivamente los otrora “padres de la Patria� quebraron su compromiso con el país por una moneda –a esta altura ya forma parte de la memoria colectiva, mal que nos pese- se le habría conferido otro golpe a la democracia, sumado a los muchos que ya viene sufriendo por parte de quienes a diario sacan patente de demócratas y republicanos.
Sin minimizar los abusos dinerarios, acá los mayores perjudicados son los trabajadores formales y eso constituye el meollo de la violencia moral, además de la defraudación política que conlleva esta acción. Con la ley 25.250, se respondió a las exigencias del FMI, cuya intención era la precarización laboral, destruyendo importantes conquistas sociales y paradigmáticas para toda América latina, bajo la oscura tentación de un supuesto modernismo.
Se cerraba de esta manera un círculo de despojo y de fuerte contenido como disciplinador social. Fue necesario aunar muchas voluntades antes de que la ley se pignorara “a tranquera cerrada�. El “progresismo� de entonces también se sumó, porque aunque el vicepresidente Carlos Alvarez apareció denunciando la corrupción en el Senado que presidía, fue el frentista Alberto Flamarique quien desde el Ministerio de Trabajo impulsó la aprobación de la ley, sin que se escucharan voces de repudio. Si se había avanzado hasta esa impostura, por qué habría de llamar la atención que el ultraortodoxo de derecha Ricardo López Murphy, amaneciera de pronto en el Ministerio de Economía, junto con la Fundación FIEL, lo que para el sindicalismo rebelde de entonces, comandado por Hugo Moyano, implicaba “una profundización del modelo económico de capitalismo salvaje, por su condición de fundamentalistas del mercado y su dependencia del capital financiero internacional�.
Repasar estas páginas de la historia reciente, sirve sobre todo para ver un poco más allá de la superficie, buceando en los orígenes de la decadencia. López Murphy concitó el rechazo popular, pero tuvo como aliados a la Bolsa, a los gerentes de las empresas transnacionales, a los empresarios nacionales que las representan, a los organismos de financiamiento externo y hasta el embajador de Estados Unidos consideró la elección como “brillante�, sin olvidar el apoyo explìcito que logró del Consejo Superior del Partido Justicialista, presidido por el ex presidente Carlos Saúl Menem.
No fueron pocos los dirigentes sindicales que cayeron en la trampa de negociar a la baja ante lo que consideraron como inevitable, demostrando de esta forma la debilidad a la que se empujó al movimiento de los trabajadores organizados. Y no faltaron tampoco los asesores de grandes organizaciones de trabajadores y de la propia CGT oficial, como es el caso del actual ministro de Trabajo, Carlos Tomada y de su segunda en la cartera Noemí Rial –abrevó en las filas de la renovación sindical- quienes no dudaron en adecuar su pensamiento a los nuevos tiempos. No fueron los primeros por cierto, porque algunos antecedentes se pueden ubicar en el ex vicepresidente Carlos Ruckauf, quien supo ser dirigente sindical en sus años mozos. Una sintonía paradójica de quienes ocuparon ese cargo, después de haber transitado el mundo del trabajo en sus mismas entrañas, como si todo fuera funcional a todo.
Es notable cómo se intenta distorsionar la realidad que golpea. La corporación política acusada se niega a reconocer su cuota parte de responsabilidad en la crisis ética y moral que jaquea al país. Desde algunas columnas periodísticas en tanto, se menciona que “con la democracia llegó la corrupción�, por lo que cabría deducir un alegato a la supuesta decencia de los años en los que brilló “la paz de los sepulcros�. Para otros, esto sólo es posible en “este país�, y en su clásico estilo golpista, el analista político Mariano Grondona, se “asusta� por lo que está pasando.
Es bueno advertir que la precarización es una legislación para los que tienen empleo, pero a futuro tiene que ver con los que alcancen a recuperar la dignidad del trabajo perdida. Legítimamente se reclama ahora su derogación, pero desde disímiles visiones. Porque algunos sectores empresarios ya elucubran la posibilidad de una profundización de la flexibilización laboral, en momentos en que todo indica que el costo laboral, -como se lo conoce a un trabajador- ha descendido tanto que nada se le compara.
No pocos empresarios argentinos sueñan con un país sin legislación laboral, sin organizaciones sindicales, con mano de obra barata al mejor estilo de las maquilas centroamericanas o las factorías del sudeste asiático. Prefieren la conflictividad social con tal de seguir manejando los instrumentos del disciplinamiento. El empleo no creció y a ninguno de estos empresarios se los escuchó reclamar siquiera una investigación frente a la sospecha generalizada. A lo mejor algunos aportaron a la caja común. Como después de cualquier catástrofe, las tareas de limpieza adquieren una dimensión difícil de mensurar.

Buenos Aires - 21 de diciembre de 2003.

acarazo@fibertel.com.ar


posted by Alfredo Jorge at 12:16 PM

 

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