Alfredo Carazo - Periodista

Notas de opinión sobre actualidad política y social, sobre la Argentina, América latina y la realidad mundial





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Thursday, September 18, 2003

 
POR LO MENOS EMPECEMOS
A MANEJAR LA PROPIA CRISIS

Por ALFREDO JORGE CARAZO

Es sorprendente el nivel de meticulosidad con que se aguardó la hora en la que la Argentina entró en el denominado “default técnico” con el FMI. Algo así como un choque de planetas irreversible. Salvo una pequeña baja en la Bolsa de Comercio, cuya operatoria nunca es significativa, las consecuencias anunciadas no impidieron el nuevo amanecer. Así ocurrió hasta el hartazgo cuando se consumía casi al minuto el “riesgo país”. No faltó quienes suspiraron aliviados ante el anuncio del desembolso para cubrir el vencimiento, que “reintegraba a la Argentina al mundo”, una figura que advierte sobre el necesario disciplinamiento,
Ni tanto ni tan calvo. El presidente Néstor Kirchner clarificó el tema al señalar que “es un paso importante, no es la panacea ni mucho menos, pero con el nivel de endeudamiento que tenemos, el acuerdo significa un puente de plata para reconstruir paulatinamente el país”. Hasta ahí lo necesario como para no imaginar que todos los problemas están resueltos y que además se acabaron los condicionamientos. El país siempre “hizo los deberes” –con el interregno de la crisis institucional- pese a lo cual los problemas se incrementaron hasta empujarnos a la decadencia, sin olvidar a sus hacedores vernáculos. Por lo tanto lo único alentador es la continuidad de la línea avanzada ya en la última reunión de la OEA, en Santiago de Chile, incorporando la dimensión social a la visión de desarrollo económico sustentable.
De no ser así, incluso esta parafernalia de la democracia real que se está viviendo se perdería en la nada de una nueva crisis institucional de características imprevisibles. No por nada el presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva, mirando de reojo hacia un poco más al Sur, y si se decidiera a discutir una renovación del acuerdo con el FMI que vence en noviembre buscaría una mayor flexibilidad. Cuando el año pasado el organismo internacional le exigió al ex presidente Fernando Henrique Cardoso, el acuerdo político de los candidatos presidenciales como paso previo para pactar, sumó a esta pretensión un superávit fiscal del 4,5 por ciento y uno de los cuestionamientos que hoy se le hace al petista es haber aceptado, porque le está resultando cada vez más difícil avanzar por lo menos en el programa “Hambre Cero”, su proyecto más atesorado como política de Estado.
Las relaciones internacionales hoy superan las expectativas mediáticas y hasta las de ciertas corporaciones transnacionales, o en todo caso las integran. Por eso ni siquiera hay que exagerar las bondades del pragmatismo del presidente norteamericano, George W. Bush, apoyando la posición argentina. Nada es gratis, antes bien, el “abrazo del oso” suele ser mortal para los desprevenidos y en esta región de la América morena, Estados Unidos se juega nada menos que la hegemonía del comercio promoviendo el ALCA y la ampliación del alineamiento ya logrado en Centroamérica y México.
Aún salvando las distancias, la actitud soberana del Gobierno, por su racionalidad, puede parangonarse con la de Francia y su relación nada menos que con la Unión Europea, desafiando al Tratado de Maastricht en el techo común del gasto social presupuestario. El primer ministro galo Jean Pierre Raffarin, lo definió señalando que “el Tratado es muy importante pero el empleo es también importante y el crecimiento es aún más importante; yo soy muy europeo, pero mi primer deber no es cumplir con ecuaciones contables y problemas de matemáticas para tal o cual oficina en tal o cual país; mi deber es hacer las cosas de tal manera que haya trabajo para los franceses”. Si se cambiaran algunos términos referenciales, parecería un discurso asimilable al mandatario argentino, claro que los franceses no se sintieron tan conmovidos tal como se pretendió inquietar a los argentinos mostrando una vez más el fantasma apocalíptico del caos.
Se retoma en el medio la hipocresía de la geopolítica global. Francia y Alemania, incluidos entre los países con “Gobiernos Progresistas”, según la caracterización de la socialdemocracia europea, le discuten el derecho a la Argentina de defender el trazado social de cualquier acuerdo a futuro para asegurar la gobernabilidad, que es lo que le preocupa a Raffarin en su frente interno. Y se enfrentan por negocios con Estados Unidos, para reiterar juntos en Cancún la disputa por el control de la Organización Mundial del Comercio, impidiendo el desarrollo sostenido y sustentable de los pueblos.
Ayer fue a la inversa. Ya sabemos que estamos en crisis, que la deuda es ilegítima, que pagamos mucho más de lo que racionalmente es exigible, que ya condicionaron al país de tal manera que lo colocaron al borde de la anarquía. Llegó el momento de manejar la crisis desde adentro, para que el Estado asuma el rol que le corresponde como rector del bien común.

Buenos Aires – 14 de septiembre de 2003

acarazo@fibertel.com.ar




posted by Alfredo Jorge at 2:26 PM

 

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