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Notas de opinión sobre actualidad política y social, sobre la Argentina, América latina y la realidad mundial
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Saturday, September 13, 2003
PLANES PARA UNOS
POCOS HUBO MUCHOS
Por ALFREDO JORGE CARAZO
El permanente reclamo que algunos sectores vienen formulando sobre la necesidad de que el Gobierno de a conocer un plan económico, esconde más de lo que exhibe. La Argentina probó más de un plan económico, la mayoría de los cuales tuvieron el signo distintivo del modelo neoliberal prohijado por los organismos multilaterales de financiamiento externo. Desde José Alfredo Martínez de Hoz, respaldado por los generales, almirantes y brigadieres que hoy transitan por los tribunales, hasta Domingo Felipe Cavallo, quien gerenció los gobiernos de Carlos Saúl Menem y de Fernando de la Rúa y ahora rinde cuentas en la Universidad de Harvard, surcamos la ortodoxia y la heterodoxia, pero siempre con la mirada puesta al Norte.
Las mismas escuelas empujando a economistas, académicos, fuertes empresarios, analistas mediáticos y otros no tanto, que pronto se constituyeron en la armadura de un modelo de país definitivamente dependiente y con fuerte exclusión social. Siempre se trató de hacer los deberes y por eso el subsecretario para Asuntos Interamericanos del Departamento de Estado, Roger Noguera, se colocó a la cabeza de las críticas señalando que “todo lo que ha hecho (Néstor) Kirchner hasta ahora está bien, pero falta que nos diga cómo va a hacer para sacar a la Argentina de la crisis, es decir falta el plan económico y la estrategia para instrumentarlo”.
A decir verdad a Noriega le importa un bledo cómo el país saldrá de la crisis. Antes bien la preocupación internacional es que se pague la deuda externa, postergando cualquier otra urgencia. En esto hay coincidencias, porque la ansiedad y la enjundia puesta en evidencia por muchos de los que se asociaron en la destrucción del país es la misma y como ocurrió no hace mucho, presentan escenarios apocalípticos para el caso de que no se cumpla disciplinadamente. La soberanía política y económica no es una cuestión discursiva. El Fondo Monetario Internacional y demás organismos financieros va a seguir apretando porque está en su naturaleza usuraria y también lo harán las economías más concentradas con el respaldo de los países ricos, porque se siguen disputando la hegemonía mundial. La prueba más evidente son algunas de las reformas financieras que se discuten en el Congreso.
No obstante, en Washington saben de las limitaciones objetivas para seguir explotando, aunque la burocracia del FMI se vea ahora obligada a morigerar sus pretensiones a riesgo de sufrir un revés de incalculables consecuencias en la región, lo que viene provocando cierto histerismo acompañado por una constelación mediática. No es que sea nuevo, porque repasando la historia reciente de la dependencia, la cronología de las negociaciones relacionadas con la deuda externa tuvieron un componente direccionado a predisponer a la sociedad para un destino irreversible de compromisos espurios
Si el Gobierno del presidente Néstor Kirchner, llegara a flaquear en su decisión política de disciplinar a la inversa, no sólo habría perdido la partida, sino que revelaría un plan económico nuevamente acomodado para unos pocos. No parece ser esta la línea, aunque no hay que subestimar las limitaciones, por lo que vale la pena seguir confiando en un país distinto y sobre todo, tener memoria.
Buenos Aires - 7 de septiembre de 2003
acarazo@fibertel.com.ar
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