Alfredo Carazo - Periodista

Notas de opinión sobre actualidad política y social, sobre la Argentina, América latina y la realidad mundial





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Sunday, July 06, 2003

 
DESDE WASHINTON IMAGINAN
UN SUR SOCIALDEMÓCRATA

Por ALFREDO JORGE CARAZO

Son de cuidado las observaciones del director gerente del FMI, Horst Köhler, señalando que se siente “cautelosamente optimista sobre las perspectivas para la Argentina”, tras su regreso a Washington sin haber podido retarnos. Sobre todo porque hay ciertos elogios que son como el abrazo de un oso y es bueno tener en cuenta la historia, mucho más cuando es cambiante y reciente. Y porque además parece que no todos los funcionarios tienen los mismos intereses en el centro de poder mundial. Un dato revelador de cómo se las gastan, se tiene en las recientes revelaciones del presidente de Uruguay, Jorge Batlle, asegurando que el 20 de julio del año pasado, el entonces subdirector gerente del FMI, Eduardo Aninat, le aconsejó “hacer las valijas” e irse emulando la actitud del ex presidente Fernando de la Rúa meses antes. Este minué de espejos tiene que ver con cierto desconcierto ante la irreverencia de las crisis latinoamericanas y las espasmódicas recetas que aconsejan, por lo que cada vez es más certera la medicina tradicional.
Pero ahora la nueva onda parece relacionarse con los noveles tiempos políticos al Sur del continente. Antes de asumir el brasileño Luiz Inácio Lula da Silva, altos funcionarios del FMI desembarcaron en Brasilia y en San Pablo para otear el horizonte de una izquierda un tanto desconocida y hace poco Köhler tambièn se reunió en Montevideo con Tabaré Vázquez, el bien posicionado candidato del izquierdista Frente Amplio-Encuentro Progresista. Hasta lo invitó oficialmente a viajar a Estados Unidos, para discutir cómo seguiría el cuento si él llegara a suceder a Jorge Batlle, habida cuenta que la lógica pragmática conduce a condicionar desde antes del inicio, cualquier trazado económico alternativo.
En el cenáculo multilateral, pero al que acceden sólo unos pocos, se imaginan al sur del Sur, un enclave de gobiernos de izquierda moderada, con perfil socialdemócrata, capaces de generar una ingeniería política y económica de nuevo cuño, y además aliados estratégicamente. No es tan fácil pero quieren prevenirse. Una mirada nada ligera apunta al nuevo diseño de las democracias en América latina, pero con atención prioritaria a Sudamérica, que es donde se abre paso como eje de discusión la idea de dimensionar socialmente cualquier política de integración.
El Fondo quiere cobrar sin que le importen demasiado las ideologías. Como tampoco le importan exageradamente a su socio mayoritario, a la hora de contabilizar adhesiones sin hesitaciones a su política hegemónica. Años atrás se enviaban los marines. Luego vendrían las dictaduras de la seguridad nacional y más adelante las democracias amañadas. Desembocamos ahora al apriete sin eufemismo y hasta los europeos –como en el caso de los belgas- conocen el sabor amargo del poder sin límites ejercido por aquellos a los que consideraron durante décadas socios privilegiados de este lado del derrumbado Muro de Berlín.
A las imposiciones de modelo económico para lo que considera su “patio trasero”, Estados Unidos le suma ahora la exigencia de legalizar la inmunidad para civiles y militares frente a la Corte Penal Internacional. Y quién se revela, ya sabe que se aplicará el “Acta de Protección de Integrantes de los Servicios de Estados Unidos”, que en buen romance significa el castigo de ver suspendida la asistencia militar, aunque de ninguna manera el retiro de su propia tropa y de los miembros de las agencias norteamericanas. Este, sin dudas, debe ser el “nuevo sistema de poder mundial del siglo XXI, propio de la era del universalismo”, sobre el que acaba de ilustrar el ex presidente Carlos Saúl Menem, con un morboso placer de seguidismo digno de mejor causa.

Buenos Aires – 6 de julio de 2003

acarazo@fibertel.com.ar


posted by Alfredo Jorge at 5:50 PM

 

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